Los problemas de Meade como candidato

Por: Iván Ureña

Recién destapado Meade, entre amplios sectores de la población se generó la sensación de que el PRI iba a volver a ganar la elección presidencial del 2018.

Se asumía

La figura del candidato necesariamente va a crecer en conocimiento y por tanto en aceptación en el electorado. Las encuestas indicaban que el 43 por ciento lo identificaba y tenía una intención de voto del 17 por ciento, casi un tercio de los que lo conocían lo elegirían. Si crecía en conocimiento en 50 puntos, hasta llegar al 93 por ciento, la que actualmente tiene López Obrador, y lograba convencer una cuarta parte de ese electorado adicional, 12.5 puntos porcentuales, se ubicaría alrededor de 30  por ciento de preferencia, similar a la que trae el puntero AMLO.
A eso había que agregarle, todo el apoyo que recibiría del aparato oficial y los cuantiosos recursos con que dispone, más la incorporación del partido Nueva Alianza que estaban cocinando desde tiempo atrás y suponían que la unión de PAN, PRD y Convergencia terminaría por naufragar, de tal manera que la candidatura de Anaya, de lograrse, sería únicamente por el PAN, que se encuentra fracturado por la salida de Margarita Zavala.
Entonces sólo habría dos candidaturas realmente competitivas, la de Meade y AMLO, pero con la desventaja para el último, si bien, actualmente cuenta con la mayor intención de voto, también es el que más antipatía genera: 32 por ciento.
Una vez iniciada la precampaña
Hasta ahora hay dos discursos de Meade que resaltan. Cuando se registró como precandidato y otro en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Se le ve poco suelto, desencanchado, una perorata que no prende, llena de frases hechas pero no hiladas, corta demasiado su arenga. Incluso en su foto de San Juan Chamula, se ve caricaturesco.
Otro tema no menor, contra todo pronóstico, se concretó la coalición Por México al Frente, encabezada por Ricardo Anaya. Así, esa candidatura nació bastante competitiva y los resultados están a la vista, según la encuesta de Buendía & Laredo que publicó El Universal, por cierto, medio que trae una línea sumamente crítica contra el panista, lo pone en segundo lugar con 23 por ciento de preferencia, mientras que a Meade en un distante tercer sitio con 16 por ciento y a AMLO en la punta con 31 por ciento.

Panorama complicado para Meade

El 61 por ciento tiene una opinión negativa del PRI, por mucho es el partido peor valorado. Varias encuestas ubican a Meade en tercer sitio. Le cuesta bastante trabajo su nuevo rol de precandidato, mientras que en el lado opuesto, Anaya y Obrador, se mueven como peces en el agua.
Ciertamente, Meade recién comienza en esta nueva faceta; sin embargo, tendrá que aprender muy rápido y su equipo de marketing electoral e imagen diseñar una estrategia efectiva, acorde con el candidato, porque de lo contrario, se va a hundir su campaña.

E iniciarán los rumores de sustitución

Cobrará mucha fuerza que la cercanía y simpatía de Peña Nieto realmente eran con Aurelio Nuño, por eso el ahora ex titular de la SEP es el coordinador de la campaña y naturalmente, el sustituto directo ante cualquier desgracia o eventualidad del candidato Meade.

El autor es Premio Nacional de Periodismo 2017 ivanure@hotmail.com