Apatzingán, Mich.- La papaya que se produce en el Valle de Apatzingán ha iniciado un vertiginoso desplome en sus precios una vez que los compradores estadounidenses señalaron que dicha fruta está contaminada con salmonela.
Ante la situación, el productor Genaro Guízar Valencia informó que “urge la intervención de las autoridades agricultura de México y la organización de los productores para defender los intereses propios”.
A su llegada de Estados Unidos a esta región, el entrevistado indicó que encontró dificultades insalvables durante su periplo por el estado de California en busca de ampliar mercados y horizontes para la papaya michoacana, pues pesa la acusación de que no reúne los estándares de calidad y sanidad para ser comercializada en el país del norte.
“La papaya del valle de Apatzingán no contiene enfermedad alguna, pero la estrategia es desplomar los precios ahora que las cotizaciones superaban los ocho y nueve pesos el kilogramo, pues de facto cayeron entre los dos y tres pesos en perjuicio de los productores, en este caso de los municipios de Parácuaro y Apatzingán”, explicó Guízar Valencia.
Dijo que “la meticulosidad que los compradores y autoridades estadounidenses quieren aparentar se contrapone cuando allá se producen frutas y legumbres verdaderamente contaminadas con salmonela, por lo que desvían la atención al pretender hacer creer que es la papaya michoacana la que padece esa enfermedad, y el resultado es ventajoso para ellos, pues bajo ese pretexto compran la fruta a precios incosteables para los papayeros.
Precisó que ha llegado el momento de que las autoridades de agricultura de México atiendan la necesidad de defensa de los papayeros michoacanos, pues de otro modo el golpe económico será impactante en la economía de la región y los productores de papaya podrían sufrir daños contundentes e irreparables