¿Cómo contestarle al altanero de Trump?

Por IVÁN UREÑA

Como candidato, a Donald Trump le resultó muy rentable decir que la mayoría de los inmigrantes ilegales mexicanos eran de lo peor, que el Acuerdo Comercial de América del Norte(TLC) era pésimo para USA, que México no era amigo de ese país. Por ello propuso la construcción de un muro fronterizo, con costo a nuestro país, deportaciones masivas, renegociar el acuerdo comercial y si México o Canadá se negaban, USA abandonaría el tratado. Al materializarse el triunfo de Trump, el peso ha sufrido un severo desliz respecto del Dólar, pasando de 18.62 pesos el 8 de noviembre a 21.90 pesos el 20 de enero: una depreciación de 17.6 por ciento o dicho de otra forma, el dólar ahora nos cuesta 3.28 pesos más. En su primer día de trabajo, el ahora presidente volvió a insistir: construir el muro fronterizo, la deportación de inmigrantes con récord criminal y la renegociación del TLC. Ante ello, es necesario analizar las propuestas de Trump y confrontarlas con datos e información oficial, para poder emitir una opinión objetiva y bien fundada. Construir un muro fronterizo Para empezar, desde 1994 se han construido aproximadamente 1,100 kilómetros, entonces faltarían para abarcar la frontera en su totalidad, algo así como 2,000 kilómetros. En todo caso los afectados, serán “los coyotes” y los que tratan de ingresar ilegalmente, incrementando desgraciadamente el número de muertos en los desiertos, pero sin que el muro haya sido del todo eficaz: para contrarrestarlo han usado túneles, catapultas y puentes temporales. En la práctica, con la ampliación del muro, no habría impacto en el comercio entre ambas naciones. Y de pagar el costo de su construcción, en el corto plazo no tienen forma de cobrarlo. Como prueba, Trump ya pidió fondos federales y dijo que “después” México lo pagaría. Sin que hasta ahora en el senado de los Estados Unidos haya consenso para aprobar ese gasto, mucho menos cóbraselo a otro país, y más lejano aún, cómo nos lo cobrarían: por ejemplo, si imponen un impuesto a las remesas, tan sólo una de muchas respuestas posibles del gobierno mexicano, sería permitir que se puedan ingresar a las ciudades fronterizas mexicanas millones de dólares en efectivo, para evadir el impuesto, y desde bancos nacionales se haga el envío de la “remesa”, pero tendría un efecto colateral, sería benéfico para los vendedores de droga en USA: podrían traerse miles de millones anuales, dificultando la lucha contra las drogas que hacen en ese país y de lo cual él flamante presidente se dice muy preocupado. Deportación masiva de inmigrantes ilegales Como presidente electo, declaró “vamos a sacar a personas que son criminales, con registros criminales, miembros de bandas, traficantes de droga, muchas de estas personas, probablemente dos millones, podrían incluso ser tres”. Eso tiene décadas haciéndose, entre 2010 y 2015 fueron deportados casi 1.2 millones de inmigrantes con antecedentes criminales. Todos los inmigrantes ilegales que son detenidos por un delito, una vez que compurguen su pena, son deportados a su país de origen, salvo excepciones muy particulares. Si a cifras oficiales nos atenemos, la más alta, es la que dio el Departamento de Seguridad Nacional con 1.9 millones susceptibles de ser deportados, sin embargo no distingue entre inmigrantes legales e ilegales, aunque si vamos a la definición que el mismo Trump dio, y nos basamos en el “Migration Policy Institute” (MPI), habría unos 300 mil, pero aún si la hacemos más extensiva e incluimos personas que él no está considerando, como los que cometieron violencia doméstica, manejaron bajo los efectos del alcohol o reingresaron a USA luego de haber sido expulsados, tenemos un millón 390 mil, una cifra cercana a las deportaciones entre 2010 y 2015. Pero nunca los dos millones y menos los tres que él dice, sin sustento oficial alguno. Incluso si le creyéramos a Trump que va a deportar a tres millones, con Obama desde el año 2009 en que tomó la presidencia hasta julio del 2016, se deportaron dos millones 858 mil 980 y si hacemos un ajuste hasta el término de su mandato, habría deportado a dos millones 970 mil, sólo que el demócrata, no hizo tanto alarde y de dientes para fuera se mostraba tolerante: pero en la práctica estamos hablando de una política migratoria similar entre ambas administraciones, nada nuevo bajo el sol. El TLC, renegociarlo o USA lo abandona En el peor de los casos, si USA abandona unilateralmente el TLC y las exportaciones mexicanas tienen que pagar los aranceles que ese país le cobra a los productos del resto del mundo, estaríamos hablando en promedio entre el 3 y 4 por ciento, pudiendo haber algunas excepciones, pero que en el gran total no pesan significativamente. Aceptando el peor de los escenarios, que se le imponga ese 3 o 4 por ciento a las exportaciones mexicanas, tenemos que el peso se ha devaluado en 17.6 por ciento desde el triunfo de Trump, entonces los exportadores tienen margen suficiente para pagar ese arancel y continuar siendo competitivos en ese mercado, ya que la devaluación ha sido muy superior al potencial arancel quedando un “colchón” de más de 10 por ciento. En resumen, el triunfo de Trump y sus declaraciones generaron una devaluación del peso, que hizo mucho más competitivas las exportaciones mexicanas y el arancel que se les pudiera imponer, no les va a afectar mayormente. Además, Trump tiene que respetar todo un proceso jurídico que involucra al Senado de su país y seguramente muchas controversias terminarían en las cortes. Si los negociadores mexicanos le conceden todo lo que pide Trump, sólo porque no se salga del TLC, estarían cometiendo un gran error, si el señor quiere abusar, entonces: ¡que se termine el TLC, no hay que dejarnos espantar con el petate del muerto! El costo de terminar el TLC Si consideramos que en el año 2016, la exportaciones totales de México al vecino del norte alcanzaron una cifra aproximada de 300 mil millones de dólares y las importaciones fueron de aproximadamente 180 mil millones de dólares, nos da como resultado que los productos mexicanos terminarían pagando en aranceles alrededor de 10 mil millones de dólares, pero al mismo tiempo, como nuestro país también le impondría aranceles a las importaciones provenientes de USA, así el fisco mexicano recaudaría aproximadamente 7 mil millones de dólares. Aunque hay que reconocerlo, una ganancia recaudatoria neta para USA de aproximadamente 3 mil millones de dólares anuales, que terminarían pagando los exportadores mexicanos, pero que gracias al nivel del peso frente al Dólar, pueden afrontar. El gobierno mexicano recaudaría unos 7 mil millones de dólares, que una parte importante podría destinarla para apoyar específicamente las industrias exportadoras que se vieran más afectadas y otro monto canalizarlo para fortalecer la producción local de algunas empresas que pudieran sustituir las importaciones no sólo de USA sino también de China. Desgraciadamente, no existen este tipo de análisis, sustentados en datos duros y oficiales ni por parte del gobierno ni en casi ningún medio de comunicación. Por su parte, toda nuestra clase política: AMLO, Ricardo Anaya, Margarita Zavala, Videgaray, Beltrones y Peña Nieto le responden a Trump con declaraciones vagas que no se sustentan en hechos y datos oficiales y solo generan más confusión. Parece un pleito de vecindad, a ver quien parece más gritón y macho, el gringo o los mexicanos.