Inversión en el campo, primer paso para combatir inseguridad: Javier Montañez

Inversión en el campo, primer paso para  combatir inseguridad: Javier Montañez

APATZINGÁN, MICH.- La inversión en el campo es clave para inhibir la participación  de los jóvenes en actividades que afectan a la sociedad en general, ya que es el púnico camino viable para detonar la economía, crear un crecimiento gradual de las fuentes de empleo y mejorar las condiciones de vida de los habitantes de esta región.

En ese sentido se pronunció Javier Montañez Ramírez, presidente de la Organización Campesinal de Valle de Apatzingán, quien dijo que durante varias décadas los gobiernos federal y estatal han dejado en el abandono las tierras del cultivo, por tanto los labriegos carecen de apoyos para producir y la co9nsecuencia ha sido la descomposición social generada por la falta de trabajo y oportunidades para las nuevas generaciones.

El dirigente explicó que el Valle de Apatzingán cuenta con más de trescientas mil hectáreas con alta vocación productiva de frutales, pero al mismo tiempo explicó que los plataneros carecen de créditos para optimizar sus sistemas de riego para un mejor aprovechamiento de lagua y de esa manera mejorar la calidad de la fruta y competir con productores del sureste mexicano. bien para aprovechar las ventanas que Tabasco, Campeche y Chiapas dejan abiertas cuando su producción completa tiene demanda de exportación.

“El plátano michoacano desaprovecha las temporadas en que tiene absoluta demanda en el mercado nacional, debido a que los índices de producción son bajos por la falta de un mejor aprovechamiento del agua mediante sistemas de riego por aspersión”, dijo el entrevistado.

Montañez Ramírez declinó a hablar delos granos básicos, ya que, dijo, “si los productores de frutales, que generalmente se cotizan mejor en los mercados no tienen opciones importantes de desplazamiento, los productos como el maíz, sorgo, ajonjolí y otros ni siquiera figuran ya entre los recomendables para los productores, ya que los rendimientos son bajos en esta región, y los precios de comercialización suelen ser una burla para los campesinos”.