APATZINGÁN, MICH.- La conversión de los bosques a huertas de aguacate en la serranía de Tancítaro, ha provocado un alarmante desabasto de agua para uso agrícola en el Valle de Apatzingán, por tanto las tierras de cultivo están en riesgo de extinguirse como tales.
En esos términos explicó la situación el diputado local Sergio Ochoa Vásquez, durante una entrevista en la que abundó que el problema se recrudece debido a la falta de programas para la preservación del medio ambiente, ya que los dueños de los predios no obtienen ganancia alguna por cuidar las especies.
Ante la precaria situación económica que agobia a los dueños de los bosques, es que deciden establecer plantaciones de aguacate no obstante el daño que se provoca al entorno climático y a la actividad pluvial natural.
El representante popular en el congreso del estado, hizo un llamado al gobierno federal para que a través de sus instancias relacionadas con la agricultura establezca programas que incentiven a quienes cuidan y preservan los bosques, a fin de que por esa sola actividad obtengan los medios para el sostenimiento propio y de sus familias y no tengan que recurrir a la tala de especies en perjuicio de la naturaleza.
El agua que históricamente era utilizada para el riego de cultivos básicos en el Valle de Apatzingán ha escaseado de manera alarmante, al grado de que los campesinos del sur de esta de esta zona ya no reciben los volúmenes necesarios para fomentar la producción agrícola.