Apatzingán, Mich.- Hasta en un 140 por ciento se dispararon los precios de los cubrebocas en esta cidad, al hacerse obligarlo el uso del protector ante la declaratoria de la fase 3 de combate al contagio de Coronavirus o Covid-19.
La negociación denominada «Modatelas», que hasta el miércoles de la semana pasada expendía a 25 pesos la decena de cubrebocas o a 2.50 pesos por unidad, este lunes amaneció con la novedad de que el paquete de diez protectores faciales se vende a 60 pesos, o bien a 6.00 la unidad, es decir un 140 por ciento más elevado que una semana antes.
Si bien es cierto que «Modatelas» obsequió 300 cubrebocas a Protección Civil Municipal, también lo es que con el incremento del precio repone sobradamente la merma, indicativo de que el donativo le permitió hacer un jugoso negocio con la necesidad de la gente que tiene que desembolsar más dinero para adquirir los protectores.
Mientras tanto, el gobierno del estado mantiene la promoción al uso de los cubrebocas y el permanente anuncio de derramar apoyos a las familias más necesitadaa, pero hasta el momento no se tiene conocimiento de distribución alguna de víveres o créditos para una población que tiene enfrente el encarecimiento desmedido de un producto básico en este momento de pandemia: los cubrebocas.
Hasta este momento los anuncios gubernamentales quedan en el.marco de la demagogia, mientras la crisis de salud ha encarecido la mayoría de los insumos de consumo familiar, y ahora los apropiados para la protección de la salud.
De acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las personas deben cambiar el cubrebocas cada cuatro horas, por lo que son seis los que cada individuo debe usar al día, lo que equivale a un monto de 36 pesos, cantidad que resulta onerosa para las familias, sobre todo las numerosas, pues, por citar un ejemplo, un clan de cinco miembros debe gastar 180 pesos al día sólo en lo que se refiere a los protectores faciales comunes.
Así, las familias michoacanas viven el día inundadas de publicidad oficial con instrucciones para la protección de la salud, pero en correspondencia no baja a ras de piso ningún tipo de apoyo gubernamental, mientras en contraparte los negociantes aprovechan la ocasión con el encarecimiento de productos básicos para esa misma protección que se difunde como absolutamente necesaria e incluso con sanciones para quienes no acaten las disposiciones.